Vive
en el fondo oceánico, donde entierra su cuerpo en un lecho de arena,
grava, barro o corales, espera pacientemente a un estímulo en una de
sus cinco antenas y ataca cuando detecta a una presa. Con el tamaño
de una boa constrictora, esta armado con dientes afilados, es capaz
de atacar a velocidades tales que corta a su presa en dos. Aunque el
gusano caza, es omnívoro.